martes, 4 de marzo de 2014

CLUB DE LECTURA: CUÉNTAME UN CUENTO

Gracias a Pepa por facilitarnos la lectura de sus relatos. Nuestro Club de Lectura no ha hecho más que empezar. Nuestra aventura, por el momento, consiste en leer los relatos cortos de los grandes narradores del siglo XX.Tenemos la suerte de que el grupo de Lectura tiene gran sensibilidad a la hora de valorarlos, por ejemplo, lo han demostrado estas últimas semanas al estudiar al mexicano, tapatío, Juan Rulfo. Mañana empezamos con Jorge Luis Borges y a continuación descubriremos el ingenio de Julio Cortázar, que para eso estamos en su centenario.  Estamos deseando contar con nuevos adeptos. 

Recordad que nos reunimos todos los miércoles  de 11 a 12 horas en la sala de televisión del Centro Municipal de Mayores

Saludos. Teresa Moreno, responsable voluntaria del Club de Lectura


DE CISNE A PATITO FEO

Hasta ese momento María había sido una niña feliz, de la noche a las mañana su vida cambio, se vio rodeada de gente que la cuidaba y criaba porque tenia la obligación de hacerlo pero darle cariño, era otra cosa, creo que no se lo llegaron ni a plantear, pensaban que obraban bien al cuidarla y a  lo demás no tenia importancia, María había demostrado que era una niña fuerte y que podía con todo o por lo menos que lo aguantaba todo.

Nadie se preocupo de pensar que sea niña se encerraba cada vez más en si misma, que le asustaba crecer y la vida tal como ella la veía desde su mundo de 5 años, no entendía como de repente, había pasado de un mundo donde ella era  el centro de atención a un mundo donde nadie le hacia caso.

Había nacido en el seno de una familia de clase media de provincia, su nacimiento produjo una gran alegría, era la tercera de los hijos, pero rápidamente se convirtió en la preferida de todos, sobre todo de su padre, ni siquiera el nacimiento dos años después de su hermana Ana había logrado destronarla.

Los primeros años están borrosos en la mente de María, solo recuerda cosas sueltas pero básicamente sabe que era feliz, que se sentía mimada y querida por todos; pero su vida cambio a partir del terrible accidente en el que habían muerto sus padres.

Era una niña inteligente e intuitiva, rápidamente se dio cuenta que ese día no era normal ya que Mercedes, su niñera, estaba seria y se escondía en cualquier rincón para llorar.

Por la tarde su tío Juan, se acerco a darles la noticia del accidente y ahí empezaron los cambios, los hermanos mayores Isabel y Luis irían internos a un colegio ya que con 10 y 11 era lo mejor y a ella y Ana de 5 y 3 años las cuidaría la tía Angustias, una prima de su madre, hasta que tuvieran edad de ir internas. 

Los días que estuvieron solos con Mercedes, no notaron mucho el cambio pues cuando sus padres se iban de viaje solían quedarse solos con ella y  la mente de María no llegaba a ver la trascendencia de lo ocurrido.
A la semana apareció la tía Angustias, que la verdad que hacia honor a su nombre, desde un principio Ana se convirtió en su niña mimada,  todo el amor que volcaba en ella se convertía sino  en odio, si en desprecio, cuando se trataba de Maria. Los mayores en un principio se libraban al estar internos.

A los cuatro meses de estar en Zamora, que era la provincia don vivía María y sus hermanos, Angustias empezó a  cansarse, no tenia amigos ni conocía a nadie, al principio los amigos de sus padres iban a verla pero pronto dejaron de hacerlo, pues como ya he dicho Angustias trasmitía amargura y antipatía a todo el que se le acercaba.

Pidió permiso al tío Juan, que era su tutor, para llevarse a las niñas a Motril, un pueblo de Granada,  que era donde ella vivía argumentando que el mar y el buen clima les sentarían bien.

El tío Juan rápidamente le dio su autorización, pensó que un cambio tanto en el clima como en el ambiente seria beneficioso para las niñas que últimamente las veía un poco tristes, sobre todo a María que de ser una niña alegre y comunicativa y se estaba haciendo huraña y  retraída.

María cuando se entero de la noticia no puedo evitar echarse a llorar, no solo tendría que vivir con la tía Angustias sino que también iba a dejar su casa y la protección de Mercedes que la había cuidado desde que nació y que, a pesar de su tía, seguía protegiéndola y mimándola.

El traslado era inevitable y se pusieron a hacer los  preparativos para la marcha, fueron los únicos días que María vio feliz a la tía Angustias, era tanta la felicidad que sentía la tía Angustias que María llego a pensar que quizás en Motril dejaría de meterse con ella,  que podría vivir en paz; no sabia lo equivocada que estaba. 

En Motril la cosa no cambio mucho, allí se sintió más extraña que nunca, con los niños no se entendía, su forma de hablar le resultaba extraña y se reían de cómo hablaba ella, con los mayores pasaba completamente desapercibida y la tía Angustias seguía igual que siempre, la verdad que en ese mundo tan hostil en el que no encajaba se sentía como” el patito feo” del cuento que le contaba Mercedes. 

Su mente infantil se revelaba contra esto y empezó, sin que ella se diera cuenta, poco a poco a gestarse en su imaginación la formula para convertirse otra vez en Cisne.

                                                                        Mª José López de Haro Requena



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